En Tlacotalpan, Veracruz, el 2 de febrero se celebra a la Virgen de la Candelaria con la Fiesta de la Purificación, en la que se bendicen los cirios necesarios para que durante el año no falte la luz en las casas de la región.
De la iglesia principal parte una procesión con la Virgen, quien bendice la ciudad mientras la recorre. Luego es embarcada para navegar el Papaloapan y calmar sus aguas.
Pobladores y turistas esperan su regreso para seguir la fiesta, que empieza desde el 31 de enero con una verbena llamada La Mojiganga: personas disfrazadas con cabezas gigantes de diablos, demonios y otros personajes que salen a bailar a la calle, acompañados de comparsas para alejar a los malos espíritus y dejarle el camino “limpio y puro” a la virgen.
“Yo voy invitada por el gobierno del Estado para preparar una gran comida en honor a la Virgen de la Candelaria. El menú serán tamales a base de flores, como ofrenda para la virgen”, relata Martha Ortiz.
Para la comida que se servirá en el centro de Tlacotalpan, una vez terminada la procesión, la chef usará flor de calabaza, violetas, rosas, lilas, crisantemos y pensamientos. Además, preparará agua de jamaica con especias, canela y pétalos de rosas, y de claveles con especias.
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